Fitich presente en Fintdaz, palabras de nuestra directora.

En Imagen, Gabriela Recabarren junto a Abraham Sanhueza, director de FINTDAZ

Nuestra querida directora, buscadora incansable de la alquimia escénica, Gabriela Recabarren ya se encuentra en la ciudad de Iquique, donde fue invitada por el Festival Internacional de Teatro y Danza, FINTDAZ, al 2° encuentro de Programadores de Festivales y Salas; representando a FITICH y compartiendo con Temporales Teatrales y Cielos del infinito, llevando el verde y azul marino del Sur al otro extremo cálido y cobrizo Norte de nuestro país. Se integran también a esta nueva fiesta de la cultura, directores de festivales provenientes de Eslovaquia, Portugal, España, Estados Unidos, México, Ecuador, Bolivia y Argentina. Una re-unión para conversar, intercambiar, colaborar, proponer, contar las experiencias de cada territorio, los lineamientos y problemáticas de cada uno de los festivales y en conjunto buscar formas de mejorar la conexión, de cultivar más y mejores redes, de fortalecer las estructuras que hacen posible cada una de esta iniciativas convocadas. Se encontrarán asimismo con las más de 25 Compañías invitadas al Festival FINTDAZ que se desarrolla en paralelo. Espectadores y expectantes, mirando hacia el horizonte siempre vigente de la descentralización de la cultura.

«Fitich, durante las primeras 8 versiones, no se conocía en ninguna otra parte de Chile, porque no hacíamos difusión, porque trabajábamos con aportes locales, porque llegaba la señora María de la isla con un saco de papas y decía, “señora Gabriela, le traje este saco de papas, para que cuando vengan los artistas poder tenerles unas papitas ricas ahí. Y le vamos a traer hartas lechugas para que coman los artistas”. La gente nos apoyaba, conseguíamos aportes municipales y no necesitábamos de nadie más para poder hacer esto realidad. Pero nos pasó que el Fitich comenzó a crecer y empezaron a llegar de otros archipiélagos, porque Chiloé no es un isla, es un archipiélago de más de 53 islas habitadas; no digo un número exacto porque no se sabe, no somos censados, ni siquiera yo que vivo en Castro, fui censada; entonces los números sobre la gente que vive en la región de Los Lagos, son mentira; esa es la realidad con la que empezamos a trabajar.»