Estremecida por Isla Huar y Chaitén (Ayacara y Huequi)
Salir no es fácil, aun cuando estamos en medio de una sociedad pandémica de terror. Salir de la zona de confort y seguridad. Partí de casa, invitada por el XX Festival de Teatro Itinerante por Chiloé Profundo, FITICH. Después de muchas mascarillas llegué a Puerto Montt.
Nos embarcamos en una lancha hacia Isla Huar. Nos esperan los niños y niñas que han estado trabajando por 10 semanas en la historia y construcción para Teatro de Formas Animadas en Miniatura llamado Teatro Lambe Lambe, un relato para ellos significativo que trata de como llegaron los Chonos a isla Huar. Como muchos otros relatos de la historia de américa latina, donde los españoles llegan para implantar su cultura y su verdad. Nosotros llegamos a escuchar y encaminar, a través del arte, sus sueños y expectativas. La obra que con ellos trabajamos se denomina LOS CHONOS DE ISLA HUAR, un espectáculo de Teatro Lambe Lambe que se desarrollaba dentro de un canasto, tejido en la isla. En sus creaciones de personajes y escenografías vemos como son ellos los que tienen la sabiduría del arte en sus manos. Nosotros somos solo un canalizador de este talento que aflora en cada participante del proceso. El trabajo que realizaron tanto sus profesores/monitores Aram y Romina, como los niños y niñas fue magnifico. Arrebatados por la pasión y amor por crear una obra teatral, pudieron materializar sus imaginarios y comprender rápidamente el funcionamiento de los elementos a manipular y lo que significa la resistencia física de registrar audiovisualmente su trabajo. También otros niños y niñas quisieron ser actores y actrices de la obra. Pudimos entonces mezclar estos dos leguajes de las artes escénicas en pos de una obra audiovisual que relata su creación e identidad.
Luego partimos, esta vez en un navío, a través de un largo viaje a Chaitén, que parece mas una isla que un archipiélago. ¡Que difícil y sacrificado es llegar! Aquí en esta comunidad de la Escuela Rural Huequi trabajamos también 10 semanas antes en la construcción de personajes e historia basada en la leyenda llamada LAS TEMPULCAHUE. Nos recibe Cecilia, María José y Esmerita, profesores/monitoras de todo el proceso de esta nueva aventura. Los niños y niñas también quieren conjugar Teatro Lambe Lambe con actuación. La obra de Teatro Lambe Lambe se ejecutaba dentro de una ballena que abría su boca para mostrar la obra que en ella habitaba. Los estudiantes demuestran un desarrollo socioemocional importante, muy inteligentes y creativos. Su obra cuenta la leyenda que hace muchos años los Lafkenche o mapuches que vivían en la costa, cada vez que moría una persona la dejaban a la orilla de la playa para que su alma fuera llevada por las Trempulcahue, que eran cuatro ancianas machis, que al atardecer se transformaban en ballenas blancas y juntas, llevaban el pillú (ánima) del difunto hasta el “Ngill chenmaiwe”, que era el lugar donde se reunían todas las almas de los difuntos. Se dice que ese lugar, era la Isla Mocha, hasta donde las cuatro ballenas blancas llevaban el ánima que podía purificarse y transformarse en alwe (alma) y unirse a la gran alma universal pu-am.
La comunidad que nos rodeaba en ambos lugares se interesa y apoya cada momento del proceso, participando con sus recursos como el transporte, alimentación y hospedaje, pero también con algo mas importante que era su compañía, contando sus experiencias de vida, compartiendo sus sensaciones y emociones con todo lo que estaba ocurriendo. Personas generosas y sensibles, capaces de valorar este mágico momento de intercambio. Pude entender la importancia de llegar a estos lejanos parajes, por muy difícil que sea, donde vale mas que todo plantar esa pequeña semilla de creatividad y arte en la comunidad, que valora y comprende con impresionante profundidad el mensaje y esfuerzo de un festival independiente que lucha por integrarlos.
Por mi parte, como asesora pedagógica del proceso de formación, debo compartir que los participantes del proceso fueron personas llenas de sensibilidad y ansias de aprender, personas que comprenden, mas allá del lenguaje, lo importante que es el arte y la cultura para el desarrollo humano. Es por esto que el trabajo fue fluido y estremecedor, que a pesar de estar muy aislados y sin contacto alguno con el teatro, estos seres son capaces de comunicar fuertemente sus emociones, sentimientos, ideas, opiniones y plasmar una obra de arte de gran significado identitario, un aporte al arte y la cultura de este país que por muchos instantes los ignora e invizibiliza.
Tuve el privilegio de poder llevar mi espectáculo de Teatro Lambe Lambe llamado HUMANO, donde realicé tres funciones de mas de dos horas cada una. Las personas que pudieron ver mi obra fueron desde niños de 4 años hasta adultos mayores. En mi espectáculo el espectador debe ingresar completamente su cabeza dentro de la caja Lambe (que en este caso representaba un container en miniatura) y apreciar una obra dedicada solo a él o ella, visibilizando su humanidad. Un espectáculo de 4 minutos donde una mujer sobrevive a una migración en el mar, utilizando la técnica de pop up y actuación de manos. En cada una de mis presentaciones pude comprender la importancia de estar ahí, la urgente necesidad de llevar el arte a las comunidades, arduo y esencial ejercicio que, anualmente y hace 20 años, realiza Gabriela Recabarren en su festival Fitich. A cada persona que atendí, que le compartí una función, le logré transmitir un sentir, una emoción, un punto de vista. Cada uno de los espectadores pudo vivenciar, comprender sin palabras, la importancia del arte en sus vidas. La mayoría de ellos y ellas nunca habían visto Teatro y agradecieron desde su alma el tener esta oportunidad de sentir y emocionarse con mi obra, algunos revelaron: “esta es mi primera y quizá mi ultima vez”, “muy agradecida/o, bendita seas”, “gracias por hacerme olvidar por algunos minutos mi realidad”. Entonces yo, como artista, me estremezco, es aquí donde tiene todo el sentido mi trabajo, la necesidad del ser humano sea de donde fuere, de conectarse con rincones que nunca nadie ni nada los ha estimulado. Para este publico yo me preparé por años, los seres humanos despojados del arte son mis mejores espectadores, seres capaces de comprender y devolver en el instante su viaje interno. El arte, en este caso el arte escénica, es capaz de sanar, despertar, provocar, indagar en espacios y sentimientos jamás antes reconocidos dentro de cada persona, lo que provoca un equilibrio, una salud mental y emocional necesarios para una vida digna y vinculante. Yo como persona y ciudadana exijo que todo vecino y vecina de Chile tenga la oportunidad de vivenciar el arte en sus cuerpos, el arte y la cultura es un derecho humano y no descansaré de llegar hasta donde nadie llega, por dignidad e igualdad. Se nos olvida que debemos ocuparnos de lo que nos une y nos conecta, que somos una sola raza: los humanos.
El resultado de este trabajo podrán verlo en las redes de @fitich en el mes de noviembre del 2021.
Equipo de viaje:
1.- Camila Landon / Actriz @oaniteatro @camilandonvio
2.- Tomás Anguita / Audiovisual @anguitatomas
3.- Sonia Medrano / Mediación Fitich @sonia.medrano.1232
4.- Gabriela Recabarren / Dirección y Producción Fitich @gabrielarecabarrenb
5.- Javier Jiménez / Asistente Producción y Montaje @javier_1519
Las Trempulcahues